Si
hay una saga de reyes que siempre me ha fascinado ha sido la de los Tudor:
intrigas, conspiraciones, secretos y muchos líos de alcoba han marcado sin duda
su reinado. Uno de los grandes exponentes de esta saga familiar es sin duda
alguna Enrique VIII, un monarca culto y con mucha visión, cuyas pasiones
amorosas marcaron claramente el devenir de Inglaterra.
Es
de sobra conocida la historia de las seis esposas del monarca y como la
desgracia se zafó con cada una de ellas de una forma u otra. Fue el inmenso
amor que profesaba a una de ellas lo que le llevó a romper no solo su
matrimonio con Catalina de Aragón, la hija menor de los reyes católicos, sino
con la Iglesia Católica para regirse cabeza de la Iglesia Anglicana y así poder
casarse con ella, con Ana Bolena.
Poco
hemos conocido a lo largo de películas, series u otros libros acerca de cómo
pensaba o se sentía realmente la propia Ana y gracias a la investigación de
Robin Maxwell podemos acercarnos un poco más a esta mujer cuya ambición la
llevó a llevar la corona de Inglaterra sobre su cabeza.
A
través de las páginas de su diario vamos viendo cómo se fraguó el interés del
rey por ella, su pasión y su matrimonio y como, por ende, su familia se vio
altamente recompensada.
Asistimos
a una lectura ágil, que va exponiendo sus más profundos pensamientos y puntos
de vista sobre su vida en la corte, sus relaciones con los cortesanos, los
demás nobles y con el rey. Veremos su ascenso y caída y como la lectura de sus
palabras marcará, años después, a su hija Elisabeth I, apodada la reina virgen,
ya que nunca llegó a casarse.
Es
un libro entretenido de lectura fácil y que te acerca a esta mujer que pasó a
la historia como una de las protagonistas de un gran escándalo. El libro tiene
alguna que otra falta de ortografía que debían corregir, quitando eso es una
lectura agradable y ligera, aunque tampoco sea una gran obra.
¡Nos
leemos!
Marian
Rivas