miércoles, 18 de diciembre de 2019

El rincón de mis lecturas/Historias diferentes para Navidad




Hoy os presento cuatro lecturas para Navidad, y no porque sea una época para regalar libros o consultar en la biblioteca  qué lecturas queremos para el año que viene. 
En estas cuatro historias que presento existe un denominador común: la Navidad.


El cuento de Navidad de Auggie Wrem de Paul Auster
Esta obra nació gracias al encargo que le hizo el periódico New York Times al escritor Paul Auster sobre la posibilidad de que escribiera un relato o cuento navideño. Tras la sorpresa por el encargo, se plantea cómo llevarlo a cabo y decide huir de los típicos clichés de esta etapa. Caminando por la calle acude a un estanco en Brooklyn regentado por su amigo Auggie Wrem, personaje peculiar que todos los días inmortaliza con su cámara el paso del tiempo en la misma esquina de la calle. Con este elemento y la aparición de una cartera perdida comenzará la historia que dio lugar al guion de la película Smoke.

Cartas de papá Noel por J.R.R. Tolkien
Papá Noel es una figura conocida mundialmente: trae regalos a los niños que se portan bien viajando en su trineo por todo el mundo en una sola noche, pero ¿qué sabemos de él? Que vive en un lugar frío, que tiene una esposa y unos elfos que le ayudan y que su único día de trabajo parece ser Nochebuena o ¿hay algo más? El autor de El señor de los anillos nos ofrece las respuestas a estas preguntas en una serie de cartas que escribía a sus hijos revelándoles sus aventuras y algunos secretillos.


El Gigante egoísta de Oscar Wilde
Este maravilloso autor también sucumbió a la Navidad con la historia de un gigante que la odiaba y en cuyo jardín siempre era invierno, no había flores, ni pájaros ni nada en color, el blanco dominaba el espacio. Pero no contaba con un niño que conmovería su corazón y le haría cambiar de idea abriéndose a la vida.


Tres cuentos: Un recuerdo navideño, una Navidad, El invitado del día de Acción de Gracias de Truman Capote
En estas tres historias escritas por la magnífica pluma de Truman Capote se reúnen diversos recuerdos de su infancia en distintas festividades marcadas por su acercamiento familiar. Aquí Truman pasa a ser Buddy, un niño que protagonizará los tres relatos: en los dos primeros serán sus vivencias junto a Miss Sook, una pariente solterona con la que el niño se sentirá muy unido durante los años que pasó en Alabama con la familia de su madre. En el último relato este niño viajará a Nueva Orleans para reencontrarse con su padre al que apenas conoce.
Se trata de vivencias intimistas en las que vemos como se forjaría el carácter y la personalidad de este genio literario en su infancia y como influiría en su madurez.

¡Nos leemos!
Marian Rivas.



lunes, 16 de diciembre de 2019

El rincón del aprendizaje/Escritura creativa de novela histórica: Sesión 4



6.Estructura
Recorrido:
Una vez iniciado el planteamiento y presentados los personajes más importantes, (a lo largo de la narración siempre pueden aparecer más), debemos continuar con el desarrollo de la historia.
En la novela de la espía, plantemos qué la lleva a meterse como espía, y como son sus primeros pasos en ese mundo: utensilios que usa para sus misiones, el mundo en el que se mueve, como pasa la información, como es su vida de infiltrada y sobre todo si se plantea en algún momento dejarlo todo, ya sea por el amor a ese judío al que debe delatar o porque su conciencia le pesa demasiado. Por tanto, describiríamos situaciones donde desarrollaríamos lo anterior.
La introducción de los datos históricos que necesitemos debe ir empastados con la trama, como un elemento más.

Ejemplo:
«Se acercaba el día del Desfile de los héroes. La ciudad se engalanaba como podía para la ocasión. Todos los miembros del servicio acudiríamos con los señores para verlo y presentar nuestros respetos a Hitler. La idea me daba náuseas, pero pensé que sería un buen momento para citarme con mi enlace aprovechando la confusión. Estaba previsto que toda la ciudad saliera a la calle a vitorearle. Como no sabía cómo contactar, hice lo único que se me ocurrió: ir a la panadería. A los pocos días encontré en la leche un nuevo mensaje; en medio del tumulto me harían una señal. Debía estar cerca de la lavandería de la plaza, donde presumiblemente nos llevaría el señor.
Preocupada, esperé pacientemente la llegada de ese día. Preparé a Christine y a la señora para el evento, la idea de rendirle pleitesía a Hitler no era del agrado de la señora, pero sí la posibilidad de encontrarse con el señor Koll, quien a buen seguro estaría en el desfile. Eso la ponía de muy buen humor.
Nosotros tendríamos un sitio privilegiado en la plaza por donde la comitiva pasaría. Estaríamos junto al mayor Kresing y su señora, me repetí varias veces a mí misma que no debía mostrar que la conocía más allá del día de la cena.
Cuando llegó el momento de marcharnos, el capitán no cabía en sí de gozo, no así el resto del personal, pero todos lo disimulábamos.
Llegamos a la plaza con tiempo suficiente para colocarnos en nuestro sitio, primera fila, frente a la señora Kresing y su esposo. El señor Koll se había acercado a saludar y se ofreció a quedarse a nuestro lado para deleite de la señora, que no dejó de sonreírle. Yo no veía el momento de salir de allí. Le había pedido a Christine que se «escapara oportunamente» hacia la lavandería en el momento en que yo le hiciera una señal. La niña, como era habitual en ella, asintió sin preguntar. Comenzó el desfile. Entonces todo estalló en una euforia de gritos y júbilo, las personas allí congregadas empezaron a agitar sus banderas al paso de los primeros soldados con tambores, y vitoreando con mucha euforia a los soldados, que pasaban marcando el paso militar; el colofón a toda esa euforia la aportó el paso de Hitler. Iba montado en un coche descapotable saludando sonriente a todos los presentes; a su paso se agitaban las banderas y se levantaba el brazo derecho, para saludar. Yo lanzaba miradas perdidas a la lavandería para ver si conseguía reconocer a mi enlace, pero no conseguía ver a nadie, con lo que mi desesperación aumentaba. Cuando ya estaba a punto de darme por vencida, vi a una mujer rubia que presumiblemente se había subido a los escalones de la lavandería. Me miraba fijamente; entonces la reconocí: «¡Anna!», pensé; tocándose el pelo me indicó que me acercara y se puso al mismo nivel de la gente. ¡Era el momento! Le pellizqué el hombro a Christine, que salió corriendo para desesperación de su padre.
—No se preocupe, señor. ¡La traeré enseguida!
Nos metimos entre la gente y alcanzamos la lavandería, pero en vez de entrar en ella, aprovechando que el coche oficial estaba entrando en aquel momento en la calle, y nos metimos en un callejón paralelo mientras la niña miraba el desfile un poco alejada de nosotras al cuidado de una amiga de Anna.
—¡Tengo poco tiempo! —dijo Anna abrazándome—. ¿Cómo estás? ¡Te veo bien!
—¡Hago lo que puedo! —contesté.
Por muchas preguntas que me hiciera solo había una pregunta que quisiera hacerle:
—¿Qué sabes de ellos?
Ella mantuvo el silencio con el que había recibido mi respuesta, cogiéndome las manos me respondió:
—Están muertos. Créeme que lo siento, he hecho lo que he podido por averiguar qué ha pasado, pero…
Mis lágrimas la interrumpieron, apenas era capaz de articular palabra, con lo que ella siguió hablando.
—Karl huyó el día del accidente. Parece ser que se puso en contacto con Sofía, y esta trató de ayudarle; quería pasar la frontera sin ti, para luego ir a buscarte, pero Karl se negaba a marcharse dejándote aquí. Les apresaron hace un mes y han muerto. Jutta lo ha averiguado. Es cierto.
Casi me desmayé. No la creía, pero no tenía fuerzas para rebatirle y ella
sabía que no lo haría.
—Vete. Debes regresar con la niña, ¡te avisaremos!
Salí corriendo de allí y me coloqué al lado del señor como si nada hubiera pasado.
Aquella noche hubo luna llena. Con los ojos empañados en lágrimas apenas podía verla. Me despedí de Karl y Sofía para siempre.»


Ejercicio:
Continuamos la historia, ahora introduciendo un hecho relevante que sucediera en la II Guerra Mundial y poniéndolo en la trama.
En una historia de romántica planteamos dentro del contexto histórico como se conocen, como interactúan, que circunstancias tienen. En este tipo de novelas lo importante de todo es la historia de amor, de la misma forma, que, en el otro ejemplo, es una cuestión destacable y que puede determinar el curso de los acontecimientos, aquí es más esencial, la trama gira en torno a ella.
En resumen, presentamos trama, planteamiento inicial, personajes, historia, y contexto.
En la histórica y de suspense:
Astrid es una judía que se mete a espía.
Joseph judío al que ha de delatar y del que se enamora.
Johan, nazi que se enamora de ella y la descubre o sospecha y la chantajea.
Contexto: segunda guerra mundial.
Planteamiento y desarrollo:  sus decisiones, circunstancias y peligros a los que se enfrenta.
·               ¿Qué va a hacer?
·               ¿Va a seguir pese a todo con su misión?
·               ¿Será capaz de renunciar a todo por amor?
Durante el desarrollo de la novela debemos mantener estos interrogantes abiertos e ir dando pistas de cómo puede ser que se desarrolle la trama. Es bueno que el lector juegue a adivinar qué puede pasar, cómo van a actuar los personajes y luego darle una sorpresa con un buen giro argumental.




Ejercicio:
Seguimos con el ejercicio, la historia de Astrid. Escribimos como se enamora de Joseph. Le oculta lo que hace. Solo es auténtica cuando esta con él. Podemos poner un lapso y que empiece a plantearse que va a hacer respecto a él (conflicto con sí misma). Realizar un esquema que responda a las siguientes preguntas y escribir unas tres páginas.
En la histórica-romántica
·                    Astrid y Joseph.
·                    ¿Le ocultará la verdad?
·                    El nazi que la descubre, Johan: ¿Conseguirá el amor de la chica o la utilizará
·                    Joseph ¿Descubrirá la verdad?  
·                    ¿Qué hará Astrid?
Ejercicio: Seguir con nuestra historia aportando una conversación entre ella y el nazi que la descubre, en la que él intenta que se delate y ella sale indemne de la situación.

Próxima semana: El giro argumental
¡Nos leemos!
Marian Rivas

jueves, 12 de diciembre de 2019

El rincón de mis lecturas/Revisión de un clásico: Mujercitas



Esta novela de Louisa May Alcott publicada en 1868 cuenta la vida de las cuatro hermanas March: Meg, Jo, Beth y Amy cuyo padre esta en la guerra civil americana y ellas se disponen a pasar una navidad en casa sin él.
Es un clásico de la literatura norteamericana que tuvo tres secuelas más: Aquellas mujercitas, que continuaba la historia anterior, Hombrecitos y los muchachos de Jo que narran las andanzas de los hijos, alumnos y sobrinos de estas mujeres.
Con motivo de la adaptación cinematográfica que se proyectará en Navidad protagonizada por Emma Watson, he decidido hacer una revisión de esta historia que leí con unos doce o trece años y que me encantó.
Recuerdo con mucho cariño a estas cuatro chicas de personalidades tan diferentes.
¿Qué tiene esta historia para seguir siendo adaptada al cine? ¿Qué tiene para que se haya reeditado en unas ediciones preciosas ilustradas?
Cada una de las hermanas muestra un tipo de persona diferente: una de ellas solo piensa en casarse y formar una familia, otra quiere ser una artista de la pintura pero también desea casarse con alguien rico, otra de ellas demasiado tímida y apocada solo desea tocar el piano, expresarse acariciando las teclas de un instrumento al que adora y con el que se siente libre y la última de estas chicas, aunque no la menor de las hermanas: Jo, la protagonista indiscutible es la rebelde que expresa su disconformidad con el mundo que la rodea, con las normas sociales y que quiere lanzarse a escribir novelas para demostrarse a sí misma que puede hacer lo que quiera y liberarse del yugo de los convencionalismos sociales.
Es una historia fresca, pese a los años que tiene, de lectura fácil y con un ritmo ágil en que a medida que lees te vas adentrando en las vicisitudes de estas chicas y sus conflictos. Según avanza la trama te das cuenta de que en algunas cosas no hemos cambiado tanto y que queda mucho por avanzar.
Es una novela bonita, entretenida y que es muy adecuada tanto para jóvenes como mayores. Yo la recomiendo.
¡Nos leemos!
Marian Rivas


lunes, 9 de diciembre de 2019

El rincón del aprendizaje/Escritura creativa de novela histórica/Sesión 3




1.         Conflicto
En todas las historias hay un conflicto, no tiene que ser una pelea, pero si algo, un obstáculo por ejemplo que les impida lograr su objetivo, trabas que le dificulten conseguir el éxito que necesita y que obligue a actuar incluso de forma inesperada.
El conflicto da interés a la trama y es uno de los elementos más importantes de historia.
Tipos de conflicto:
A. Un personaje contra otro: el más usual, que lo obstaculiza cada vez que se le presenta la ocasión. En nuestra trama, sería Johan, el nazi que descubre a Astrid. Para obstaculizarlo puede engañar, seducir o confundir al personaje principal.
B. Un personaje contra un grupo: Es muy usual. En nuestro caso podría ser Astrid contra los nazis, o los judíos a los que ella misma engaña.
C. Un personaje contra sí mismo: En nuestra trama, Astrid tendrá momentos en que se planteé qué es lo que está haciendo, si debiera continuar o parar. Puede que un personaje sea el que le haga plantearse las cosas, un hecho o una situación. Este es un recurso muy interesante, pues aporta un planteamiento que puede dar lugar a muchos giros en la trama.
D. Personaje contra una fuerza impersonal: es menos convencional, se suele dar cuando el protagonista lucha contra elementos naturales, como por ejemplo una tormenta.
E. Personaje contra el destino: Recurso de las obras de teatro de dramaturgos como Shakespeare. En este caso el personaje que se enfrenta a un destino marcado siempre va a perder.

Ejercicio: Escoger un tipo de conflicto y elaborar un principio de trama con él, puede ser de la historia planteada de Astrid, la espía judía u otra.




5. Recopilación de datos. Documentación para la recreación de una novela.
Vamos a empezar con nuestra novela histórica.
Lo primero a tener en cuenta para ello es saber qué clase de información necesitamos: una para la ambientación general, (la que define el contexto histórico en el que nos basamos) y otra, la específica (la que define y da verosimilitud a nuestra trama)
Para ello buscaremos fuentes de información:
Algunos ejemplos son:
Ø    Libros específicos de historia (del conflicto concreto o etapa que necesitamos, en el que podemos encontrar todo tipo de datos que nos pueden servir: cronologías, sucesos de los que no teníamos idea, etc)
Ø    Artículos de investigación (ya sea de publicaciones periodísticas o de universidades, o tesis que hayan sido publicadas sobre el tema, etc)
Ø    Documentales, películas, audios. De aquí podemos encontrar datos como el día a día en una ciudad bajo el yugo de la guerra, cartillas de racionamiento, metodología de espionaje, estilo de ropa, formas de actuar, etc)
Ø    Internet: algunas de los datos nombrados anteriormente, pueden encontrarse en la red, que es una auténtica fuente de información en sí misma. Pero se ha cuidar mucho de que webs se obtiene, debemos acudir a páginas fiables (universidades o editoriales especializadas)
Ø    Entrevistas con personas que hayan vivido en la época que vamos a trabajar.


UTILIZACIÓN DE LOS DATOS: RECREACION DE LA NOVELA
Inicio de la novela:

Las primeras páginas de una novela son cruciales para enganchar al lector y para ello debemos utilizar una buena parte de la artillería con la que contamos:
·                    Podemos utilizar una conversación que nos introduzca en la forma de pensar y actuar de los personajes, y nos dé las pinceladas de lo qué va a pasar más adelante.
·                    También se puede empezar con una descripción breve que nos sitúe a modo narrativo, o con un acto que nos descoloque y que nos genere la necesidad de una explicación.

Ejercicio: Vamos a hacer un ejercicio para casa, buscando un suceso real y recreando una historia aprovechando el suceso y que empaste bien y con coherencia.

Lo primero que vamos a empezar es a situar la historia:
Podemos comenzar hablando de la ciudad en la que vive, (Múnich), aquí introduciremos los primeros datos del contexto histórico en el que está situada, (La II GM) hablando de cómo está la ciudad desde que empezó la guerra, como se vive en el barrio donde ella está, el miedo, los peligros.

«Bien entrado 1941 la guerra seguía avanzando. No había vuelto a ir a la ciudad tras los últimos bombardeos, y debido a la precaria situación que se vivía en la ciudad, andar por las calles se estaba convirtiendo en una tarea de lo más penosa. No se podía pasear indocumentado bajo ningún concepto. Se sabía a ciencia cierta que en cualquier lugar o circunstancia te podían sorprender con un control, ya fuera en una tienda —donde la gente se agolpaba para conseguir la poca comida que permitían las cartillas de racionamiento, lo que daba lugar muchas veces a espectáculos verdaderamente dantescos, tales como peleas entre varias personas disputándose el trozo de pan más grande, cuando prácticamente todos eran iguales—; o en cualquier calle, en las cercanías de cada barrio. Si nos acercábamos a los edificios oficiales, el control era aún mayor; hasta cuatro manzanas antes te estaban pidiendo las identificaciones y conforme te ibas acercando te encontrabas con «pequeñas aduanas» donde un hombre sentado a una mesa te pedía la identificación para comprobar en sus datos
Se aportan datos para situar al lector en la época, fechas, como avanza el conflicto bélico, primero a nivel general, y luego particular, es decir, centrándonos en su entorno más cercano y en cómo le afecta a ella la nueva situación.
Ejemplo:
«El grupo no paraba de presionarme y de impacientarse. Varios de los miembros habían caído presos en campos de concentración obligados a desempeñar trabajos forzados hasta la muerte. Yo seguía sin saber nada de Karl, salvo las por las iniciales a pie de foto que cada día salían en el periódico, lo que me indicaba que seguía vivo en medio de toda esta locura, pero estaba tan preocupada, triste y nerviosa, que no había cesado en mi empeño de presionar al grupo para ponerme en contacto con él o con Sofía, de la que tampoco sabía nada desde que empezó la guerra.»
 Como se hablaba anteriormente, hay que tener mucho cuidado a la hora de presentar a los personajes, pues son el instrumento que deben captar la atención del lector, por ello es importante no presentarlos demasiado perfectos, sino que sean personas con las que más o menos el lector se pueda identificar, en este caso Astrid es una persona normal, pero que por circunstancias, (huir de ser capturada y llevada a un campo de concentración se mete en una misión por supervivencia) sean capaces de hacer cosas que en un principio nunca habrían pensado. La mayoría de las decisiones que toma no van a ser compartidas por el lector, pero tiene que entender, y comprender que lo hace por sobrevivir. Es decir, el personaje ha de ser capaz de explicarse siempre, habrá momentos en el que lo odies, lo ames, pero siempre ha de enganchar de manera que quieras conocer el siguiente paso.

Los personajes secundarios y los coprotagonistas también son esenciales, ya que son los que van a interactuar con ella y son los que harán que se plantee sus actividades, deben estar claramente definidos: el chico al que ama Joseph, o el nazi Johan.

El comienzo de una novela es muy importante, pues si el lector lleva unas cincuenta páginas y no muestra interés por la historia, difícilmente va a continuar con la lectura.

Ejercicio:
Vamos a iniciar la historia de Astrid, o a continuar la del ejercicio anterior. Empezaremos escogiendo el tiempo en el que vamos a narrar, por ejemplo, primera persona en pasado, así conocemos la historia desde su punto de vista.
Explicamos un poco como está la situación en la ciudad, para ello vamos a buscar información sobre una ciudad alemana, en la II Guerra Mundial. Tras ello la presentamos, a ella.

Si se trata de una novela de misterio o espionaje luego podemos introducir cambios y giros de trama, y así sorprender al lector. Si se trata de una novela ambientada en la Edad Media o Moderna, los giros de tramas pueden ser también muy ricos en sí mismos, pues en dichas etapas de la historia, las guerras, la tiranía feudal, y los conflictos entre nobles pueden dar mucho juego para tramas de intrigas, venganzas y traiciones que nos pueden servir para introducir sorpresas inesperadas.
Si estamos en una novela histórica-romántica, introduciremos a los personajes planteando entonces su personalidad desde el punto de vista mucho más romántico o dulce, destacando sus cualidades desde un punto de vista más atractivo.


Ejemplo de romántica-histórica:

Ejemplo:
«A partir de aquel día vía Karl todas las tardes, siempre tomábamos un refrigerio en la cafetería que se encontraba cerca de su trabajo. Aquellos encuentros sirvieron para conocernos más a fondo. Nuestras conversaciones abarcaban todo tipo de temas: solíamos hablar de libros, de música, de amor… Resultaba adorable estar con él, me escuchaba tan atentamente como nunca lo había hecho nadie anteriormente, mirándome con sus ojos azules sin perder detalle alguno de lo que decía. No conseguía entender cómo alguien podía estar tan ensimismado con otra persona como para no darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Era guapo, muy dulce y encantador, de ímpetu joven y alegre cuando estábamos juntos. Si tomaba mi mano entre las suyas, un cosquilleo se adueñaba de mi estómago haciéndome sentir como si flotara entre nubes de algodón. Sentir su piel en contacto con la mía, sentir su aliento cuando me susurraba al oído o el calor de sus besos en mis mejillas; todo eso había hecho que cayera sin remedio en las redes del amor y que le entregara mi corazón sin pensarlo.
Conforme tenían lugar nuestros encuentros, me sentía como sí le conociera de toda la vida, y eso me llevó a actuar precipitadamente para adelantar un hecho que, quizá, por sí solo, hubiese tardado más tiempo en llegar. Y es que tres semanas después lo lleve a casa, los dos sabíamos que significaba un gesto así. Yo estaba deseando tenerle junto a mí de una forma aún más especial de la que hasta ese momento pudiera resultar en nuestras citas. Añoraba sentir su cuerpo contra el mío y que sus fuertes manos recorrieran las líneas de mi anatomía.»


Ejercicio:
Empecemos la historia con el encuentro de nuestros protagonistas, desde un punto de vista romántico incidiendo en detalles como el físico, las sensaciones que sienten, etc. Luego haremos lo mismo, pero sin esos detalles. Tengamos en cuenta la época en la que ambientamos el encuentro. No es lo mismo la trama de Astrid en la Segunda Guerra Mundial que si fuera en la Edad Media.
Próxima semana: Estructura de la trama.
¡Nos leemos!
Marian Rivas






El rincón de los enventos literarios/El vestido de novia

  ¡Ya está aquí mi última novela!, aquella que cuenta una historia que se lleva a cabo a partir de unos patrones y que con un hilo de seda...