6.Estructura
Recorrido:
Una vez iniciado el planteamiento y presentados los
personajes más importantes, (a lo largo de la narración siempre pueden aparecer
más), debemos continuar con el desarrollo de la historia.
En la novela de la espía, plantemos qué la lleva a meterse
como espía, y como son sus primeros pasos en ese mundo: utensilios que usa para
sus misiones, el mundo en el que se mueve, como pasa la información, como es su
vida de infiltrada y sobre todo si se plantea en algún momento dejarlo todo, ya
sea por el amor a ese judío al que debe delatar o porque su conciencia le pesa
demasiado. Por tanto, describiríamos situaciones donde desarrollaríamos lo
anterior.
La introducción de los datos históricos que necesitemos debe
ir empastados con la trama, como un elemento más.
Ejemplo:
«Se acercaba el día del Desfile de los héroes.
La ciudad se engalanaba como podía para la ocasión. Todos los miembros del
servicio acudiríamos con los señores para verlo y presentar nuestros respetos a
Hitler. La idea me daba náuseas, pero pensé que sería un buen momento para
citarme con mi enlace aprovechando la confusión. Estaba previsto que toda la
ciudad saliera a la calle a vitorearle. Como no sabía cómo contactar, hice lo
único que se me ocurrió: ir a la panadería. A los pocos días encontré en la
leche un nuevo mensaje; en medio del tumulto me harían una señal. Debía estar
cerca de la lavandería de la plaza, donde presumiblemente nos llevaría el
señor.
Preocupada, esperé pacientemente la llegada de ese
día. Preparé a Christine y a la señora para el evento, la idea de rendirle
pleitesía a Hitler no era del agrado de la señora, pero sí la posibilidad de
encontrarse con el señor Koll, quien a buen seguro estaría en el desfile. Eso
la ponía de muy buen humor.
Nosotros tendríamos un sitio privilegiado en la
plaza por donde la comitiva pasaría. Estaríamos junto al mayor Kresing y su
señora, me repetí varias veces a mí misma que no debía mostrar que la conocía
más allá del día de la cena.
Cuando llegó el momento de marcharnos, el capitán
no cabía en sí de gozo, no así el resto del personal, pero todos lo
disimulábamos.
Llegamos a la plaza con tiempo suficiente para
colocarnos en nuestro sitio, primera fila, frente a la señora Kresing y su
esposo. El señor Koll se había acercado a saludar y se ofreció a quedarse a
nuestro lado para deleite de la señora, que no dejó de sonreírle. Yo no veía el
momento de salir de allí. Le había pedido a Christine que se «escapara
oportunamente» hacia la lavandería en el momento en que yo le hiciera una
señal. La niña, como era habitual en ella, asintió sin preguntar. Comenzó el
desfile. Entonces todo estalló en una euforia de gritos y júbilo, las personas
allí congregadas empezaron a agitar sus banderas al paso de los primeros
soldados con tambores, y vitoreando con mucha euforia a los soldados, que
pasaban marcando el paso militar; el colofón a toda esa euforia la aportó el
paso de Hitler. Iba montado en un coche descapotable saludando sonriente a
todos los presentes; a su paso se agitaban las banderas y se levantaba el brazo
derecho, para saludar. Yo lanzaba miradas perdidas a la lavandería para ver si
conseguía reconocer a mi enlace, pero no conseguía ver a nadie, con lo que mi
desesperación aumentaba. Cuando ya estaba a punto de darme por vencida, vi a
una mujer rubia que presumiblemente se había subido a los escalones de la
lavandería. Me miraba fijamente; entonces la reconocí: «¡Anna!», pensé;
tocándose el pelo me indicó que me acercara y se puso al mismo nivel de la
gente. ¡Era el momento! Le pellizqué el hombro a Christine, que salió corriendo
para desesperación de su padre.
—No se preocupe, señor. ¡La traeré enseguida!
Nos metimos entre la gente y alcanzamos la
lavandería, pero en vez de entrar en ella, aprovechando que el coche oficial
estaba entrando en aquel momento en la calle, y nos metimos en un callejón
paralelo mientras la niña miraba el desfile un poco alejada de nosotras al
cuidado de una amiga de Anna.
—¡Tengo poco tiempo! —dijo Anna abrazándome—. ¿Cómo
estás? ¡Te veo bien!
—¡Hago lo que puedo! —contesté.
Por muchas preguntas que me hiciera solo había una
pregunta que quisiera hacerle:
—¿Qué sabes de ellos?
Ella mantuvo el silencio con el que había recibido
mi respuesta, cogiéndome las manos me respondió:
—Están muertos. Créeme que lo siento, he hecho lo
que he podido por averiguar qué ha pasado, pero…
Mis lágrimas la interrumpieron, apenas era capaz de
articular palabra, con lo que ella siguió hablando.
—Karl huyó el día del accidente. Parece ser que se
puso en contacto con Sofía, y esta trató de ayudarle; quería pasar la frontera
sin ti, para luego ir a buscarte, pero Karl se negaba a marcharse dejándote
aquí. Les apresaron hace un mes y han muerto. Jutta lo ha averiguado. Es
cierto.
Casi me desmayé. No la creía, pero no tenía fuerzas
para rebatirle y ella
sabía que no lo haría.
—Vete. Debes regresar con la niña, ¡te avisaremos!
Salí corriendo de allí y me coloqué al lado del
señor como si nada hubiera pasado.
Aquella noche hubo luna llena. Con los ojos
empañados en lágrimas apenas podía verla. Me despedí de Karl y Sofía para
siempre.»
Ejercicio:
Continuamos la
historia, ahora introduciendo un hecho relevante que sucediera en la II Guerra Mundial
y poniéndolo en la trama.
En una historia de romántica planteamos dentro del contexto
histórico como se conocen, como interactúan, que circunstancias tienen. En este
tipo de novelas lo importante de todo es la historia de amor, de la misma forma,
que, en el otro ejemplo, es una cuestión destacable y que puede determinar el
curso de los acontecimientos, aquí es más esencial, la trama gira en torno a
ella.
En resumen, presentamos trama, planteamiento inicial,
personajes, historia, y contexto.
En la
histórica y de suspense:
Astrid es una judía que se mete a espía.
Joseph judío al que ha de delatar y del que se enamora.
Johan, nazi que se enamora de ella y la descubre o sospecha
y la chantajea.
Contexto:
segunda guerra mundial.
Planteamiento
y desarrollo: sus decisiones,
circunstancias y peligros a los que se enfrenta.
·
¿Qué va a hacer?
·
¿Va a seguir pese a todo con su misión?
·
¿Será capaz de renunciar a todo por amor?
Durante
el desarrollo de la novela debemos mantener estos interrogantes abiertos e ir
dando pistas de cómo puede ser que se desarrolle la trama. Es bueno que el
lector juegue a adivinar qué puede pasar, cómo van a actuar los personajes y
luego darle una sorpresa con un buen giro argumental.
Ejercicio:
Seguimos con el ejercicio, la historia de Astrid. Escribimos
como se enamora de Joseph. Le oculta lo que hace. Solo es auténtica cuando esta
con él. Podemos poner un lapso y que empiece a plantearse que va a hacer
respecto a él (conflicto con sí misma). Realizar un esquema que responda a las
siguientes preguntas y escribir unas tres páginas.
En la
histórica-romántica
·
Astrid y Joseph.
·
¿Le ocultará la verdad?
·
El nazi que la descubre, Johan: ¿Conseguirá el amor de la
chica o la utilizará
·
Joseph ¿Descubrirá la verdad?
·
¿Qué hará Astrid?
Ejercicio:
Seguir con nuestra historia aportando una conversación entre ella y el nazi que
la descubre, en la que él intenta que se delate y ella sale indemne de la
situación.
Próxima
semana: El giro argumental
¡Nos leemos!
Marian Rivas
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