Cartel de la película. |
LA DAMA DE ORO
<<Para
apreciar una obra de arte, ya sea una pintura o una escultura, resulta de mucha
utilidad conocer la historia que hay detrás>>; partiendo de esta premisa,
perteneciente a una escena de mi novela Lágrimas
de Amor y Guerra, podemos llegar a pensar que en elarte, como en cualquier
otra disciplina, el conocimiento y la información son esenciales para entender
una obra. A priori es lo que se nos presenta en esta historia en la que su
protagonista, descendiente de una adinerada familia judía en los tiempos de la
convulsa Segunda Guerra Mundial, ve como su vida se desmorona como un castillo
de naipes en los días previos al estallido de la contienda.
El
engranaje de la maquinaria de los hermanos Westein se pone en marcha para presentarnos
la historia de Maria Altmann (Maravillosa Helen Mirren), y como se verá
obligada a huir de Viena con su recién estrenado marido,
un reputado barítono, hacia Colonia en un desesperado viaje con el único
objetivo de sobrevivir. Como quiera que durante aquellos días los nazis tenían
la costumbre de irrumpir sin permiso
en las propiedades de los ciudadanos judíos, si estos eran ricos, con el
objetivo de saquear sus pertenencias(sobre todo si se trataba de obras de arte)
y atribuirse su propiedad. Su familia no iba a ser una excepción.
La
película gira en torno a la política de resarcimiento que se ideó años después
para restaurar las obras de arte sustraídas a sus legítimos dueños y es, precisamente entonces, cuando María se embarcará en la
lucha por recuperar el retrato de su tía AdeleBloch-Bauer, inmortalizada por el
genial pintor Gustav Klimt. El argumento nos lleva a asistir a modo de
flashback, a distintas etapas de la vida de esta mujer y de su enigmática tía,
la que tuvo el honor de ser retratada por el pintor creando una de las obras
más famosas de la historia del arte. Si minucioso y detallista fue el trabajo
del artista, no menos lo es la labor del joven e idealista abogado Randy Schoenberg
(Ryan Reynolds), en su propósito de recuperar lo que es de su clienta por
derecho y que la acompañará en un duro y difícil periplo contra un gobierno que
no desea sacar de Austria lo que consideran un símbolo nacional, convirtiendo
el proceso jurídico en un caso sin precedentes que conseguirá presentarse ante
la corte suprema de Estados Unidos gracias a una oportuna casualidad.
Como
suele decirse, la realidad supera a la ficción en esta historia basada en
hechos reales, en la que gracias a un guión solvente y a las correctas
interpretaciones de sus actores principales y secundarios, que no permiten que
el ritmo de la historia decaiga en ningún momento. Te vas implicando cada
segundo que pasa con la lucha de esta mujer que solo quiere recuperar lo que
para ella es un recuerdo familiar aunque ello signifique enfrentarse a aquellos
que lo consideran un símbolo nacional.
Merece
la pena pasar un buen rato asistiendo a esta historia, que aún no siendo una
gran película, nos acerca a una interesante etapa de la historia.
Marian Rivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario