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| Jurado del certamen |
El pasado día 27 de octubre
tuve la suerte de acudir a la ceremonia de entrega de los premios de relato
corto de la Asociación Amare, sita en Málaga. Al acto acudieron participantes,
familiares y amigos y allí, con los nervios propios del momento Antonio García
Pereyra, la presidenta de la asociación y la concejala de cultura, dieron paso
a la ceremonia. Una ceremonia entrañable, bonita, emotiva, en la que cada
participante leyó su relato, así, cada una de las finalistas y accésit nos
deleitaba con sus palabras, dejando escapar más de una vez la lagrimilla.
Sin duda uno de los
relatos que más tocó el corazón de los asistentes y el mío propio fue el
escrito por la periodista Princesa Sánchez, creo que nunca olvidaré su sensibilidad
a la hora de relatar la dura experiencia sobre la lucha de su madre con el
cáncer. Lágrimas de rabia y dolor brotaron de sus ojos y de todos los
presentes, compartiendo con ella sus sentimientos, así como la emotividad en el
relato de Rosa, que habló y relató acerca de la fibrosis quística, una historia
para retener en la memoria.
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| Rosa con su premio junto a la presidenta y al periodista Antonio García |
Y llegó mi turno, tuve
la suerte de que me otorgaran el primer premio del evento, y leí, leí con
alegría y cierta congoja mi pequeña y creo, esperanzadora historia sobre el alzhéimer,
una enfermedad cruel y despiadada que te arranca del presente para llevarte de
regreso al pasado. Pero mi intención era y es, dar un poco de esperanza y
arrancar alguna sonrisa con esa abuela y esa nieta protagonistas de una
historia, que se repite día a día, año a año en muchas familias.
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| Marian Rivas leyendo el relato ganador |
Muchas gracias por
todo.
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| Marian Rivas con su premio junto al jurado |
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| Foto de grupo de participantes |
Marian
Rivas
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